Arnold Paole
Arnold Paole fue un soldado Serbio que vivió a principios del siglo XVIII. Paole sostenía que mientras estuvo destinado en Gosswa, fue atacado por un vampiro. La gente de esa zona creía que la única manera de librarse de la influencia vampirica era comer algo de tierra de su tumba y rociarse de la sangre del vampiro. Paole sostenía haber practicado el rito. Aparentemente el método debió funcionar y Paole pudo regresar a su hogar en 1727; Sin embargo murió al poco tiempo de una caída desde gran altura, y fue enterrado. Al poco tiempo de morir Paole empezaron a circular rumores de ataques nocturnos y en poco tiempo 4 personas del pueblo murieron repentinamente. La gente del pueblo empezó a tener miedo del posible caso de vampirismo y decidieron desenterrar el cuerpo de Paole. Formaron un grupo de dos oficiales militares, dos cirujanos del ejército, y un sacerdote de la iglesia local para investigar en la tumba de Paole. Cuando el grupo exhumo el cuerpo, encontraron el cadáver fresco. No había descomposición del cuerpo de ningún tipo, y de hecho la vieja piel y uñas se habían caído, y habían crecido nuevos para en su lugar. Además la sangre fresca fluía de sus orificios corporales. Cuando un miembro del grupo clavo una estaca en el cuerpo, gritó y la sangre fresca brotó de la herida. El grupo entonces arrojo ajo alrededor del restos de Paole, e hizo igual a cada uno de los sepulcros de las víctimas de Paole. Algunos años después, otra epidemia surgió repentinamente y se procedió a hacer una nueva investigación en el cementerio. En un informe de dicha investigación se mantiene que se exhumaron por lo menos 16 vampiros de sus tumbas. Todos los descendientes de Paole parecían tener las mismas características que él. Además estos nuevos vampiros llevaban enterrados aproximadamente el mismo tiempo que Paole cuando empezó a atacar. 4 de los vampiros eran niños, y tres estaban enterrados con sus madres. A pesar de ser este uno de los casos de vampirismo mejor documentados de esa época, no existe testimonio escrito de lo que las víctimas del ataque vampírico vieron al ser atacadas.
Elizabeth Bathory
En 1546 Vlad Dracolya y una expedición comandada por el Príncipe Steven Bathory de Transilvania rodeó Wallachia para reclamar el trono de Vlad. Aproximadamente un siglo después Elizabeth Bathory se convirtió en el terror de Transilvania y en la Vampiresa más reconocida en la historia del mundo. La Condesa Elizabeth Bathory era una lesbiana que perpetraba increíbles crueldades en sus sirvientas y ciervas. El castillo de Csejthe, una fortaleza ubicada en lo alto de una montaña desde donde se observaba la Villa de Csejthe, éste era el lugar conocido por los pobladores del lugar como el Castillo de los Vampiros y la Condesa Sangrienta. Nacida en Hungría en 1560, Elizabeth Bathory contaba en su familia con una larga lista de Sátiros, Lesbianas y Brujas. A la edad de catorce, resultado de sus amoríos con un plebeyo, dio a luz a un hijo en la mansión de la Condesa Úrsula Nadasdy su futura suegra. Elizabeth Bathory y el Conde Ferencz Nadasdy habían estado comprometidos desde la edad de once, el matrimonio se llevó a cabo el 8 de mayo de 1575 cuando Elizabeth tenía 15. En esos días, muchísimo antes de la liberación femenina, Elizabeth Bathory mantuvo su propio Apellido, mientras que el Conde cambió el suyo a Bathory. El Conde prefirió el campo de batalla a la vida doméstica, por lo cual se ganó una reputación como "El Héroe Negro" de Hungría. Mientras Ferencz estaba en alguna de sus campañas de batalla Elizabeth Bathory empezó a visitar a su tía lesbiana, Karla Bathory, en donde o se le permitía participar en la orgías de la mujer. Fue entonces cuando Elizabeth Bathory se dio cuenta de sus verdaderas ambiciones, infligir dolor en jóvenes damiselas, mas no únicamente se dedicó a los placeres carnales, también desarrolló un gran interés en la magia negra. Thorko un sirviente en su castillo, la instruyó en las artes de la brujería y a la vez la alentaba en sus tendencias sádicas. "Thorko me ha enseñado una nueva", escribió Elizabeth a Ferencz "Atrapa una gallina negra y golpéala con una rama blanca hasta que muera. Guarda la sangre y embárrala en tu enemigo. Si no tienes posibilidad de embarrársela en el cuerpo al menos obtén alguna de sus ropas y embárrala en ella". Su iniciación en el Vampirismo Cuando la Condesa se vio envuelta románticamente con algún extraño de ropas negras, de tez pálida, ojos obscuros y dientes anormalmente afilados, los pobladores de la villa, que creían en los Vampiros, tuvieron mas razones para temer del castillo de Csejthe. Debido quizá a la imaginación, se dice que aquel extraño era el mismo Drácula que había regresado de la tumba. Un día la Condesa regresó sola de un paseo al cual había salido con aquel extraño y algunas personas afirmaban que le habían visto en las comisuras de su boca señales de sangre. Cuando el Conde Nadasdy regresó, rápidamente perdonó la infidelidad de su esposa. Una vez instalada firmemente en su castillo, Elizabeth Bathory experimentó nuevas depravaciones con la ayuda de Thorko, Ilona Joo (la nana de Elizabeth), las brujas Dorottya Szentes y Darvulia y el brujo mayor Johannes Ujvary, con su ayuda de Elizabeth Bathory capturaba jóvenes mujeres voluptuosas en su castillo y las llevaba a un cuarto subterráneo, que en realidad era una cámara de tortura, y las sometía a las peores crueldades de las que era capaz. Bajo el pretexto de castigar a sus sirvientas por realizar mal tareas triviales, Elizabeth Bathory usaba hierros de marcado, cera derretida y cuchillos para sangrar a las jóvenes. En una ocasión cubrió las vestiduras de una joven con miel y la dejó a la merced de furiosos insectos del bosque. Pronto la Condesa empezó a atacar a sus víctimas con sus dientes, mordiéndolas en el cuello, mejillas y hombros. La sangre se convirtió en una obsesión cada vez más grande para Elizabeth Bathory y continuó con sus torturas usando ahora navajas, antorchas y sus propios utensilios de tortura hechos en plata. Elizabeth Bathory fue una mujer de belleza excepcional, su largo y obscuro cabello contrastaba con la blancura de su piel, sus ojos ámbar tenían la mirada de un gato y su figura era voluptuosa. Era excesivamente vanidosa y su narcisismo la llevó cada vez más a las profundidades de la perversión. Joven de Nuevo Conforme el tiempo pasaba y la belleza de Elizabeth Bathory decrecía, trató de hacer menos visible su envejecimiento con maquillaje y ropa cara, pero esto no cubriría las arrugas que seguían apareciendo en su cara. Un día, mientras una de sus ciervas la peinaba jaló el cabello de Elizabeth o insinuó que algo estaba mal con el peinado de su majestad. Llena de furia la Condesa abofeteó a la muchacha tan fuerte que empezó a sangrar por la nariz, algo de sangre salpicó a Elizabeth en la cara. Donde la sangre había tocado su cara la Condesa observó, en un espejo, que había sucedido algo similar a un milagro, para sus ojos, la piel que había sido tocada con la sangre había perdido las líneas que la edad había puesto en ella. Elizabeth se convencería de que ella podía recuperar su juventud perdida gracias al vampirismo. Darvulia instruyó a la crédula Elizabeth en como podría ser joven de nuevo. La Condesa creyó en el antiguo credo de tomando la sangre de alguien mas, esto resultaría en la asimilación de las cualidades físicas y espirituales de esa persona. Siguiendo las instrucciones de la bruja, Elizabeth torturaría a jóvenes mujeres vírgenes que raptaba, las flagelaba, las cortaba con navajas y recolectaba la sangre en grandes baldes, para después tomar un baño en la sangre de la virgen. Cuando salía de su baño parecía que se había vuelto de nuevo su joven y radiante. Los ayudantes de Elizabeth la procuraban con mas y mas vírgenes de la villa cercana con el pretexto de contratarlas como ciervas al servicio de la Condesa. Cuando fueron encontrados los cuerpos de las jóvenes desangradas a las afueras del castillo se empezaron a correr rumores de que había vampiros habitando el castillo. La Condesa Elizabeth Bathory continuó sus prácticas aún después de la muerte de su esposo en 1604 (El Conde Nadasdy aparentemente murió de envenenamiento, aun que su muerte fue atribuida también a la brujería). Cuando Darvulia murió otra bruja llamada Erzsi Majorova le dijo que las vírgenes deberían ser de cuna noble. Pero aun que Elizabeth torturó a jóvenes nobles y acompañaba sus baños sangrientos con rituales de brujería Elizabeth nunca recuperó su juventud perdida. Por más de una década los rituales de vampirismo, mutilación y desangramiento fueron perpetrados en más de 650 doncellas. Los rumores decían que Elizabeth tenía toda una corte de vampiros que atacaban a las doncellas de la villa. El juicio de Elizabeth El Reverendo Andras Berthoni, un Pastor Luterano de Csejthe conoció la verdad cuando Elizabeth le ordenó enterrar secretamente los cuerpos desangrados. El Reverendo escribió sus sospechas acerca de Elizabeth en una nota antes de que él muriera. La Condesa se volvió tan notoria que tampoco sus crímenes pasarían desapercibidos por mucho tiempo. Usando la nota del reverendo Berthoni el con Conde Thurzo, primo de Elizabeth, fue al castillo de Csejthe, en la noche de año nuevo de 1610, el Conde Thurzo, el Reverendo Janos Ponikenusz, quien sustituyó al Reverendo Berthoni, encontraron la nota, al algunos de los sirvientes del castillo encontraron la cámara de torturas de Elizabeth, donde no solo encontraron cuerpos de doncellas mutilados de una manera indescriptible, si no también, a la misma Condesa cometiendo estos crímenes. Por razones políticas la Condesa nunca fue llevada a juicio. Permaneció confinada en el castillo mientras sus sádicos ayudantes eran juzgados por sus crímenes, fueron acusados de cargos de vampirismo, brujería y practicar rituales paganos. Todos los torturadores fueron decapitados, excepto por Ilona Joo y Corottya Szentes, a quienes primero les fueron arrancados los dedos antes de que fueran quemadas vivas, la Condesa fue encontrada criminalmente insana y fue emparedada en un cuarto del castillo de Csejthe donde los guardias la alimentarían por una pequeña rendija. Los documentos del Juicio fueron escondidos en el castillo del Conde Thurzo y permanecieron ahí, aparentemente perdidos, por al menos cien años. Casi después de 4 años después de ser emparedada, el 14 de Agosto de 1614, una cadavérica Elizabeth Bathory, la Sangrienta Condesa de Transilvania, fue encontrada muerta.